MIDDELBURGO - Si fuera por el fiscal Gunnar van der Hofstede, Vlissinger, de 24 años, podría pasar los próximos seis años de su vida entre rejas. Sus dos compañeros de Almere, uno de 30 y otro de 33, podrían hacerle compañía durante cuatro años cada uno.
Los tres son sospechosos de haber participado en el robo del supermercado Aldi de Oost-Souburg el 3 de diciembre de 2010. Los Almeerders por la ejecución propiamente dicha y los Souburger por prestar servicios de mano y guante. Los dos entraron en el supermercado por la puerta de un almacén sobre las ocho de la mañana de ese día, a una empleada presente le empujaron una pistola contra la cabeza y obligaron a un compañero suyo a sacar el dinero de la caja fuerte. Con 25 kilos de monedas y el papel moneda necesario -un total de 8.463 euros-, ambos se dirigieron al domicilio de Souburger. Este último no sabía nada al respecto, al menos según declaró durante la vista del caso el jueves en el tribunal de Middelburg.
Los dos habían dormido en su casa, tuvieron que "marcharse un rato" por la mañana volvieron y se marcharon de nuevo hacia Almere. Desgraciadamente para los dos vecinos de Almere, un testigo había visto a los dos arrastrar su peso por la nieve, llamó a la puerta del Souburger y luego hizo que la policía anotara eso como su declaración.
Además del robo en Aldi, Souburger y el hombre de 33 años de Almere también tuvieron que responder por un robo en Phone Home, en la calle Scheldestraat de Vlissingen, el 12 de junio de 2009. Allí, tres hombres enmascarados y armados irrumpieron ese día y exigieron dinero. Con más de 2.500 euros, algunos teléfonos, tarjetas telefónicas y zapatillas deportivas, salieron corriendo de la tienda y se marcharon en sus scooters. La ahora ex novia del Sr. Souburger recibió un par de zapatillas deportivas y se enfadó bastante porque el Sr. Souburger tenía unas zapatillas mucho más bonitas. Ella se sintió desairada y prometió meterlo en el mismo saco.
Durante la vista se puso de manifiesto que las cosas habían ido mal a la hora de reconocer a los ladrones. Las imágenes de la cámara se habían guardado en una memoria USB, que se había perdido. Además, según las declaraciones, los Souburger habían sido delgados. Esto contrastaba con el aspecto corpulento que presentaba ante la valla del tribunal. "Acusación inadmisible y violación de casi todo", bramaron los abogados. Y: "¿Cómo se le ocurre al fiscal pedir seis años de cárcel?". Además, argumentó el abogado de Souburger, su cliente era inocente. Por cierto, sabía quiénes eran los verdaderos culpables, pero le "aconsejaron" que mejor no mencionara nombres.
El abogado del hombre de 33 años de Almere se tomó su tiempo repasando de nuevo en detalle casi todas las declaraciones, comparándolas entre sí y llegando finalmente a la conclusión -al igual que sus alegaciones, bastante más breves- de que su cliente también debía ser absuelto por falta de pruebas.
El veredicto es el 4 de septiembre.