MAASTRICHT - Un hombre de Kerkraden, de 56 años, sospechoso de asesinar a su novia, se suicidó en su celda del centro de detención de Roermond el pasado miércoles por la noche. El hombre se ahorcó. El portavoz de la fiscalía de Roermond, René Vegter, confirmó que el hombre se quitó la vida en su celda. No está claro cómo pudo ocurrir. La justicia tiene el deber de cuidar a los detenidos, dice el portavoz del ministerio Hans Janssen: "Hay una atención extra para las personas con problemas psicológicos". No puede decir si fue así en este caso concreto: "Sólo estoy autorizado a dar información general". Según su abogado Peer Szymkowiak, el hombre de Kerkraden tenía problemas psicológicos. En julio del año pasado, el hombre mató a su novia de 55 años con decenas de puñaladas en su casa de Eygelshoven. Después se asestó a sí mismo 16 puñaladas en el abdomen. Aún se está investigando si el consumo por parte de Martin B. de una combinación de antidepresivos y sedantes fuertes pudo llevarle a esta explosión de violencia. Se ha programado otra vista pro forma para el 24 de septiembre en el tribunal de Maastricht.
Szymkowiak: "Mi cliente -que también recibió antidepresivos en prisión- estaba muy decepcionado por el nuevo psiquiatra que le había visitado. Éste había dicho que le parecía poco probable que esa explosión de violencia pudiera haber sido causada por 'esas pastillas'."
Según el portavoz Janssens, un suicidio en la celda es norma de Sanidad, que luego investiga si puede haber habido negligencia.