HOENSBROEK - Ante la sospecha de que en un tercio de las viviendas se cultivaba cannabis, la policía sitió ayer durante horas el barrio de Kasteelbuurt, en Hoensbroek.
La importante operación policial se saldó con la redada de 19 plantaciones de cáñamo, el hallazgo de 6,5 kg de anfetamina y materias primas para la misma, la confiscación de bienes y el desmantelamiento de un café ilegal. Dieciocho residentes locales fueron detenidos. Tres de ellos siguen detenidos. La policía espera que se detenga a más personas en los próximos días. La policía cerró todas las carreteras de acceso a la zona desde las ocho menos cuarto de la mañana hasta la tarde. Al mismo tiempo, se visitaron 47 de las 128 propiedades con orden de registro. En todas esas casas, la policía sospechaba que se cultivaba cáñamo. Esto respondía a los datos del operador de redes energéticas Enexis, que constató que en el barrio se registraba un consumo de electricidad sin precedentes. Las mediciones realizadas por un avión con un equipo de registro térmico confirmaron la sospecha de cultivo a gran escala. La policía también recibió decenas de denuncias anónimas sobre plantaciones en el barrio. Según la alcaldesa de Heerlen, Toine Gresel, que declaró una ordenanza de emergencia, era necesario intervenir porque el riesgo de incendio era demasiado alto. Las tomas ilegales de electricidad estaban adquiriendo tales proporciones que la red apenas podía hacerles frente.
No está claro cuánto costó en total la operación policial. Se calcula que solo el coste del despliegue de 250 agentes supera los 200.000 euros.