La red de narcotraficantes albaneses que fue desarticulada el año pasado ganó millones con grandes plantaciones de cáñamo en varios lugares de la provincia.
Esto es según la información proporcionada por L1. Sólo los albaneses ganaban 1,8 millones de euros al año con tres grandes plantaciones.
Cuatro mil plantas
Una de estas plantaciones se instaló en un cobertizo de la calle Oslo de Sittard y contó con 1.344 plantas, mientras que en una propiedad de la calle Rijksweg de Heel se encontraron 1.769 plantas. La tercera gran plantación elevó la cifra total a más de cuatro mil plantas.
Fábricas de cáñamo
La justicia describe las enormes plantaciones como "fábricas de cáñamo" y habla de delincuencia a gran escala. Según el fiscal Peter Huttenhuis, los narcotraficantes pudieron ganar casi dos millones al año con las tres plantaciones. La cosa no se quedó en esas tres fábricas, sino que se desbrozaron decenas de plantaciones regentadas por albaneses.
Decenas de sospechosos
En el amplio caso de las drogas hay 33 sospechosos. Hasta hace poco, seis sospechosos estaban en prisión preventiva, pero fueron puestos en libertad el 14 de febrero. Mientras tanto, varios figurantes ya han sido juzgados por separado. A ojos de la justicia, desempeñan un papel menor en el conjunto. El 12 de mayo, el caso de los presuntos protagonistas volverá a ser juzgado brevemente por el tribunal.
Pequeños jugadores
Hamza M. (29) era uno de los pequeños engranajes de la extensa red de narcotraficantes e inmediatamente uno de los pocos peones que no procedían de Albania. Llevaba dinero en efectivo a la empresa de pagos Europrofex de Geleen para pagar el alquiler de las propiedades de cáñamo. Según el abogado Justin Luiten, Hamza no sabía que había plantaciones en esos locales y no tenía ningún conocimiento de las actividades delictivas. El juez le dio la razón y absolvió al sospechoso marroquí a principios de año.
Veinte euros
Estos extras, según la justicia, garantizaron que los peces más gordos permanecieran fuera de cámara durante años. Hamza sí fue grabado con el actor principal, Haxhi P. (35), y declaró a la policía que realizó pagos en nombre de otros dos sospechosos albaneses. Ellos mismos no se mancharon las manos. Hamza recibió 20 euros por transacción por las molestias.