La justicia parece carecer de pruebas contra cuatro coacusados del principal sospechoso Ron S. (51) de Sittard en el caso del asesinato de Andy de Heus. La Fiscalía sigue dando por sentado que S. no mató por su cuenta al vendedor del mercado de Pey en diciembre de 2012.
Sin embargo, más de seis años después de la desaparición de De Heus, aún no hay pruebas suficientes sobre el papel que desempeñaron.
Asesinato en asociación
Ahora parece que el fiscal Leonard Geuns acusa al principal sospechoso, Ron S., de asesinar a De Heus en asociación -es decir, en estrecha colaboración con otras personas-, pero no ha citado a nadie como coacusado para el juicio que comienza la próxima semana.
Ronnie S. es, por tanto, el único acusado ante el tribunal el martes 12 de marzo durante la primera vista (previa al juicio) de este sonado caso de desaparición y asesinato. "Todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre el procesamiento de cuatro coacusados", informó al tribunal un portavoz de la fiscalía de Limburgo cuando se le preguntó.
Se dice que son dos mujeres de Sittard, un hombre de esa localidad y un residente de Reuver. Fueron investigados a fondo hace varios años. Sin embargo, debido al paso del tiempo, parece probable que la fiscalía tenga que desestimar los casos contra ellos. En ese caso, la acusación contra Ronnie S. pasará a ser de asesinato en lugar de asesinato en asociación. Los cargos contra el hombre de Sittard también incluyen posesión de armas y enterrar/deshacerse del cadáver de Andy de Heus.
Llamadas
El hombre Peyen, padre de dos niños pequeños, desapareció sin dejar rastro el 18 de diciembre de 2012. Sus restos fueron hallados cerca del parque de bungalows Porta Isola, en Stevensweert, en febrero de 2016. En ese parque, la víctima y el principal sospechoso tenían supuestamente lofts de cáñamo. En el caso de la desaparición de Andy de Heus, Ronnie S. ha sido el principal sospechoso durante casi tres años porque, según los registros telefónicos, había estado con Andy de Heus la noche de la desaparición.
La policía también escuchó las conversaciones que S. mantuvo con otras personas sobre el caso mientras estaba en la cárcel en Alemania. Allí cumplía condena por delitos de drogas. S. cumple ahora la última parte de la condena alemana en los Países Bajos.