Una mujer de Geleen apuñala a su compañero en el brazo hasta ensangrentarlo mientras cortaba pepinos. ¿Intención o accidente? Esto es lo que consideró ayer el juez de policía de Maastricht. En realidad, de antemano no había mucho que hacer. La geleense sospechosa (36) estaba cortando pepinos en la cocina, cuando su novio irrumpió de repente como un salvaje. Puede que la pareja se tomara unas cervezas, pero no estaban más que ligeramente bajo los efectos del alcohol. No obstante, se produjo una escaramuza, durante la cual el hombre vio manar sangre de su brazo. Ante la policía alertada, les contó lo sucedido. Más tarde, sin embargo, corregiría su lectura y declararía que su novia no le había golpeado deliberadamente con el cuchillo de cocina. El hombre ni siquiera presentó una denuncia oficial. Sólo hizo una declaración como testigo. La mujer también declaró sobre lo ocurrido en la cocina. Al hacerlo, sin embargo, los periodistas no le dijeron que tenía derecho a guardar silencio hasta que se llamara a un abogado. Serge Weening, abogado de los Geleen, pidió por tanto al magistrado que declarara inadmisible la acusación pública y absolviera a su cliente.
El juez de policía no accedió a esta petición del abogado "porque se dispone de otras pruebas suficientes".Weening se preguntó además si "¿un pinchazo en el brazo es un intento de infligir lesiones corporales graves?". A esto se añade la cuestión de si fue intencionado. La acusada se acogió a su derecho a guardar silencio, su abogado estaba convencido de que no, al igual que la víctima en este asunto. El juez de policía, sin embargo, consideró que sí lo fue. Por ello, la condenó a dos meses de prisión con suspensión de pena. "Apuñalar a alguien con un cuchillo siempre ocurre intencionadamente". Motivo para que el abogado anunciara un recurso.