MAASTRICHT - El fiscal jefe Roger Bos, de la Fiscalía (OM) de Limburgo, lamenta las "palabras gruesas" utilizadas por uno de sus acusadores durante una vista celebrada en enero en el caso del vicio de Valkenburg. Aunque Bos entiende la firmeza del lenguaje, no cree que sea apropiado para la acusación, según confirmó el jueves una portavoz de Justicia a los periódicos de Limburgo.
"Que pueda tener consecuencias para su matrimonio o relación, no me preocupa", dijo entonces el encargado del caso en la vista. "Estos hombres tuvieron relaciones sexuales con una menor. No voy a ayudarles a mantener eso en secreto".
Dos sospechosos se suicidaron tras la publicidad que rodeó el caso. Bos niega una relación con los suicidios en este caso.
El tribunal condenó a un proxeneta de 21 años y a 21 clientes en el caso. Otros ocho tienen que responder por haber mantenido relaciones sexuales de pago con una menor el año pasado en Valkenburg.
Bos dijo que había mantenido una "conversación enérgica" con el encargado del caso. A raíz de estas palabras, la publicidad se ha hecho muy grande. Al mismo tiempo, Bos también ve efectos positivos, dijo la portavoz. La importancia social ha quedado patente gracias a la publicidad. Por ejemplo, según ella, ahora los padres hablan más rápidamente con sus hijos sobre estos asuntos, y los propietarios de las habitaciones se han vuelto más precavidos.