Sangrar por una carta

El miércoles 12 de marzo de 2003 a las once y cinco de la noche, un BMW se incendia en la reserva natural de Daniken, cerca de la carretera de campo Duister Gatsken, en Sittard-Geleen. Cuando llegan los bomberos, consiguen con gran dificultad abrir el maletero. En él yace el cuerpo medio calcinado de un hombre que es identificado poco después como Ger Douven, de Schinveld. Aunque a primera vista todo hace pensar que se trata de un asesinato criminal -Ger tiene una condena de prisión suspendida por tráfico de drogas-, queda claro desde el principio que el móvil es relacional.

El coche en el que se encuentra la víctima está registrado a nombre de Margo M. (46), gerente de una cafetería de Maastricht. Antes de que la policía le informara al día siguiente, ella misma había llamado. Había una noticia en el periódico sobre un cadáver en un coche calcinado, ella había tenido un cierto presentimiento al respecto. Ger había estado con ella el día anterior, le había dicho que tenía una cita con su ex Rhonda, que tenía que devolverle 30.000 euros. Rhonda había iniciado una relación con Ger Douven en 1992. Ella tenía 15 años, él 41. Tuvieron dos hijos. En 2002, Ger estaba en prisión por tráfico de drogas. Estuvo en contacto con Rhonda, pero también con otras dos mujeres: la yonqui de la cárcel Karin de J. y la propietaria de un café, Margo M., de Maastricht. En diciembre de 2002, Ger envió accidentalmente a Rhonda una carta de amor destinada a Karin. Una buena razón para que Rhonda pusiera fin a una relación ya no tan fresca. Sin embargo, por el momento sigue viviendo en su casa de la calle Pastoor Greijmanstraat, en Schinveld. Una casa unifamiliar muy sencilla, pero económicamente a Rhonda no le falta de nada: Ger siempre tiene dinero. Cuando Rhonda decide romper con él en diciembre, intuye que no la dejará marchar sin luchar y que tendrá que abandonar su vida de lujo.

En los medios de comunicación
con causas penales en curso

Empieza a escribir para ver las entradas que buscas.