DEN BOSCH - Siete años de prisión se pidieron ayer ante el tribunal de apelación de Den Bosch contra Roy H., de 32 años y natural de Heerlen, que actuó como intermediario en el llamado asesinato de la bota.H. fue condenado a nueve años de prisión por el tribunal de Maastricht. Pero la fiscalía decidió ayer que H. merece una pena menor que su madre. Tiny H., de 49 años, que instó a su hijo a encontrar a alguien que pudiera matar al traficante de drogas Ger Douven 51, escuchó el miércoles en apelación la condena de ocho años contra ella.
La razón de la moderación de la pena fue el interrogatorio de H. realizado ayer por el tribunal de apelación y los informes periciales elaborados sobre él. Éstos demuestran que en el momento de tramar el asesinato, pero en realidad durante toda su vida, H. mantenía una relación de "estrangulamiento tipo boa constrictor" con su madre. Ésta, a su vez, estaba muy resentida por el destino de su mejor amiga Rhonda K. 28. K. estaba siendo maltratada por su ex novio Douven y quería "deshacerse de él". Mientras que Tiny H. seguía sin aclarar ante el tribunal el miércoles qué significaban exactamente esas palabras, su hijo Roy no dejó ayer ninguna duda al respecto: "Mi madre me preguntó si conocía a alguien que pudiera deshacerse de Douven".
Roy H., según sus propias palabras, no pudo decir que no a una petición de su madre, y se dirigió al soldado profesional Harold R., que finalmente consiguió 15.000 euros de Rhonda para matar a Douven a tiros. Su cuerpo fue encontrado en el maletero de su coche calcinado en el Danikerbos, cerca de Puth-Schinnen, el 12 de marzo de 2003. H. recibió 1.500 euros de comisión por su mediación, aunque él mismo prefirió considerar esta cantidad como un reembolso por los servicios que prestó a Harold R. en su explotación de cáñamo. Roy H. había tenido problemas financieros tras prestar dinero a su madre para que abriera su salón de belleza.
Durante el proceso penal contra su madre, el pasado miércoles, Roy H. se negó a cumplir su papel de testigo de descargo. Invocó su derecho al privilegio. "Esa fue quizá la primera vez que hizo algo en presencia de su madre que a ella no le gustó", señaló ayer el juez que presidía el tribunal. Roy H. estuvo de acuerdo. Desde hace un año, dijo, se ha distanciado de su madre.
El caso continuará el 12 de octubre.
