La justicia ha pedido tres años de cárcel contra el rapero Jay Zakelijk, de 21 años y natural de Roermond, por trata de seres humanos y abusos sexuales a una adolescente. Presuntamente obligaba a sus víctimas a prostituirse y las chantajeaba.
El rapero, cuyo verdadero nombre es Jusitin P., guardó silencio durante el juicio celebrado ayer en el tribunal de Maastricht. En parte porque dijo sentirse "incómodo" por hacerlo. Las declaraciones realizadas ante la policía judicial demostraron que P. hacía trabajar a las mujeres como prostitutas en burdeles de nuestro país, Bélgica y Alemania.
El dinero que ganaban con ello, las mujeres tenían que dárselo a su "loverboy" Justin P. También colgó fotos picantes de una de sus víctimas en Internet y algunas tuvieron que hacerse un tatuaje con su nombre.
Françoise Landerloo, abogada de Jay Zakelijk: "El cliente pudo haberse aprovechado de la ingenuidad de sus ex novias, pero no ejerció coacción y, por tanto, no es culpable de trata de seres humanos".