MAASTRICHT - Una tienda del centro de Maastricht servía de "oficina" a una banda de traficantes y contrabandistas de seres humanos, según la fiscalía (OM) y la Real Policía Militar.Cinco sospechosos de Meerssen, Maastricht, Geleen y Eindhoven tienen que responder ante el tribunal. Ayer se celebró la vista pro forma ante el tribunal de Maastricht. La principal sospechosa es la nigeriana Peggy A. (26) de Meerssen. Según la acusación, es la figura clave de la organización. La propietaria de la tienda de Maastricht también es sospechosa. Desde su llamada Afroshop, la banda organizaba presuntamente el contrabando y la trata de chicas (menores de edad) procedentes de Nigeria. Según la acusación, a menudo se utilizaban documentos de identidad falsos.
Las investigaciones de la Real Policía Militar y la Fiscalía de Maastricht revelaron que las niñas nigerianas eran transportadas en barco a Libia, Italia, Marruecos y España, entre otros países. Después las llevaban en avión o tren a los Países Bajos. Por este viaje, las niñas tenían que pagar varios miles de euros.
Una vez en los Países Bajos, iban a trabajar en la prostitución en Limburgo, entre otros lugares. El sospechoso de Geleen, actualmente detenido en España por su implicación en un transporte de droga desde Ecuador, llevaba presuntamente a las chicas como chóferes a clubes de sexo de Sittard-Geleen, Aquisgrán y otros lugares.
El tribunal accedió ayer a las peticiones del abogado Serge Weening, defensor de Peggy A., de oír a un gran número de testigos. Entre ellos, el padre y dos hermanas del principal sospechoso y dos víctimas. En octubre se celebrará una nueva vista (previa al juicio).