La detención preventiva de Mohammed G., el yihadista de 28 años de Maastricht, fue prorrogada el martes por el juez durante 30 días.
Así lo hizo saber un portavoz de la Fiscalía Nacional. G. fue detenido el mes pasado en un piso de Maastricht por su implicación en un delito violento.
Sin embargo, ese delito, dijo el fiscal (OM), no tiene nada que ver con el terrorismo o el yihadismo.
En limitación
Sobre la naturaleza de la implicación de G. en ese crimen o el lugar donde tuvo lugar, la fiscalía no quiere decir nada más todavía porque G. sigue bajo restricción, lo que significa que no se le permite ningún contacto con el mundo exterior excepto con su abogado.
Mohammed G. fue puesto en libertad en octubre del año pasado tras ser condenado a tres años de prisión, uno de ellos en libertad condicional, con cinco años de libertad vigilada por otro intento de participar en la yihad armada del Estado Islámico en Siria.
Tobillera
A G. se le impuso un periodo de libertad condicional excepcionalmente largo con condiciones especiales, como un brazalete en el tobillo, debido a la persistencia de ideas yihadistas, el riesgo de reincidencia y el riesgo de que cometiera un atentado en los Países Bajos. Además del brazalete en el tobillo, esas condiciones incluyen supervisión de la libertad condicional, prohibición de contacto con personas incluidas en la lista de terroristas, prohibición de localización en aeropuertos y cooperación obligatoria en entrevistas con un experto en islam.
Mohammed G., de origen kurdo iraquí, intentó sin éxito viajar a Siria al menos tres veces. En 2013 ya fue declarado culpable de preparar atentados terroristas al intentar participar en la lucha armada en Siria, pero fue declarado completamente demente. Fue internado en un hospital psiquiátrico durante un año.
Ejército de Salvación
Aunque le retiraron el pasaporte, G. se marchó casi inmediatamente a Irak, donde fracasó en su intento de unirse al Estado Islámico. Regresó a los Países Bajos sin dinero en 2015 y fue acogido por el Ejército de Salvación en Maastricht, ciudad en la que también había vivido anteriormente. Entonces se utilizaron dos agentes encubiertos y escuchas telefónicas.
G. aún parecía querer morir como mártir en el califato y expresó su voluntad de adquirir ese martirio en los Países Bajos si no lograba viajar al califato. Pagó para comprar un pasaporte falso en otoño de 2015. Fue entonces cuando fue detenido.