El tribunal de extra seguridad de Rotterdam dicta este jueves el veredicto sobre seis sospechosos de terrorismo detenidos el 27 de septiembre de 2018. Cuatro hombres de este grupo fueron esposados en Weert, donde se entrenaban en una casa de vacaciones con Kalashnikovs y chalecos bomba.
¿Se libró Holanda hace dos años de un "megaatentado" como los que antes golpearon París y Bruselas? ¿O fueron los infiltrados de la policía culpables de incitación? El jueves, el tribunal de Rotterdam decidirá la suerte de seis hombres sospechosos de preparar un atentado y pertenecer a una organización terrorista.
Orgullo Gay
Según la acusación, los hombres, que llevaban chalecos bomba y kalashnikovs, querían atentar en un acto en los Países Bajos y detonar un coche bomba en otro lugar. El objetivo sería posiblemente el Orgullo Gay, un club nocturno o una base militar.
También se tomaron imágenes reveladoras de los preparativos. Las grabaciones se realizaron con cámaras ocultas y dispositivos de escucha. Esto ocurrió durante una reunión entre los sospechosos de terrorismo y dos agentes encubiertos en el parque de vacaciones Weerterbergen, en Weert. Los agentes se hicieron pasar por proveedores de armas. Las armas habían sido inutilizadas de antemano por la policía.
Detención
El 27 de septiembre, cuatro miembros del grupo fueron detenidos. Cuando abandonaban el parque de vacaciones, intervino el Servicio de Intervenciones Especiales. Otros tres sospechosos fueron detenidos el mismo día en Arnhem. De este trío, una persona fue puesta en libertad posteriormente.
Durante la detención en el Trancheeweg de Weert, los miembros del equipo de detención irrumpieron en la furgoneta blanca alquilada en la que viajaban los cuatro sospechosos. Durante esa acción, el entonces residente en Rotterdam Waïl El A., de 21 años, apuntó a los agentes con un arma desarmada. Más tarde declaró al respecto ante el tribunal: "No tenía claro en qué estaba metido. Fue un momento de terror para mí. No sabía nada mejor". La fiscalía pide contra él 20 años de cárcel por intento de asesinato.
Requisitos
La justicia pide 18 años de cárcel contra el principal sospechoso, Hardi N., de Arnhem, por preparar un atentado en los Países Bajos. Si depende de la fiscalía, los demás sospechosos también pasarán años en prisión. Nadim S. se enfrenta a 15 años de prisión, según los fiscales. Morad M. y Nabil B. fueron condenados a 13 años y Shevan A. a ocho años de prisión.
La fiscalía cree que estaban inmersos en un plan muy serio y que no tenían intención de salir con vida. "Estaban preparando el final de sus vidas. Habrían hecho un número sin precedentes de víctimas y pretendían golpear duramente el modo de vida holandés. Por lo tanto, son inevitables penas de prisión muy severas".
Infiltrados
Durante el juicio que comenzó el 10 de enero de 2019, también salió a relucir el papel de los infiltrados policiales. Los agentes de inteligencia se habían infiltrado en la célula terrorista. Se les dio acceso a los preparativos del grupo. Los propios sospechosos sostienen que no tenían planes de atentado y que hubo incitación por parte de los infiltrados.