El defraudador de sellos Jurgen L., de Geleen, va a pasar 4,5 años en la cárcel por la mayor estafa de sellos de la historia de Holanda.
Su cómplice Dimitri W., de Maasmechelen, fue condenado el martes a 32 meses de cárcel por el tribunal de Maastricht. Las sentencias son superiores a la petición que el dúo escuchó de la fiscalía hace quince días.
Millones de sellos falsos
A pesar de las elevadas penas, el tribunal redujo las condenas de los acusados porque el caso tardó mucho en llegar a juicio. El fraude salió a la luz en 2011. Se interceptó un total de 200.000 sellos falsos, aunque nunca quedó claro cuántos sellos falsos pusieron en circulación ambos. Según la fiscalía, se trataba posiblemente de millones de sellos falsos. El fraude llevó a PostNL a declarar todos los antiguos sellos de florín inválidos.
Vendido pero no impreso
Según el tribunal, los principales sospechosos sólo vendían los sellos, y no eran responsables de su impresión. Sin embargo, el tribunal sí consideró probado que ambos eran también culpables de blanqueo de capitales y participación en una organización delictiva.
Campanas de alarma
Además de los dos principales sospechosos, la madre de L. también fue condenada. Se le impusieron 180 horas de trabajos comunitarios porque parte del dinero se canalizó a través de sus cuentas bancarias. Según el tribunal, deberían haber saltado todas las alarmas cuando vio las grandes sumas de dinero en sus extractos bancarios. Pero se calló.
Más estafas
El padre también fue condenado a prisión. Deberá cumplir 27 meses por su participación en el blanqueo de dinero y, además, por fraude de quiebra y estafa a una compañía de seguros. Por este último delito, un quinto acusado recibió una condena de 240 horas de servicios a la comunidad y cinco meses de libertad condicional.
Exoneración
La hermana y la ex mujer del principal sospechoso de Geleen fueron absueltas. Según la acusación, también eran miembros de la organización criminal del hombre, pero el tribunal no estuvo de acuerdo.
