SITTARD/MADRID - Hub L. quiere evitar a toda costa una cadena perpetua en Holanda. Este hombre de Sittarden, de 58 años, es sospechoso de haber participado en el asesinato de Mouhammed Al Jader y está detenido en España. La fiscalía (OM) quiere traerlo pronto a los Países Bajos.
Pero el sospechoso de asesinato L. se resiste a ser extraditado. Su abogado Serge Weening: "Esto tiene un fundamento jurídico. En teoría, mi cliente puede ser condenado a cadena perpetua. En los Países Bajos, eso significa que, de todos modos, se queda en la cárcel hasta que muere. Tenemos la esperanza de que el juez español considere que el sistema holandés está enfermo en este sentido y haga la vista gorda. De hecho, en otros países, si te condenan a cadena perpetua después de, digamos, 15 años, hay una revisión intermedia. Se revisa en el ínterin si realmente debes ser detenido de por vida. Queremos que esa cadena perpetua en Holanda se descarte de antemano para mi cliente".
Además de las objeciones legales, Hub L. también tiene motivos personales para no querer ser extraditado a los Países Bajos. "No confía en la justicia holandesa", declaró su abogado. La fiscalía no pudo comentar ayer las declaraciones del abogado Weening. Sobre los casos de los que es sospechoso, L. no dijo nada en absoluto. El hombre de Sittarden, que vive en la ciudad fronteriza alemana de Tudderen, fue detenido en España hace un mes. Llevaba seis meses huido de la justicia. Sus dos hijos Michel (26) y Maurice (21) y su esposa Els (58) están detenidos en los Países Bajos y también son sospechosos de asesinato. Su hija Rachelle (19) sigue prófuga. Mouhammed Al Jader fue asesinado, según la acusación, y después su cuerpo fue disuelto en ácido clorhídrico.
El procedimiento que se sigue ahora en España podría durar sin duda varios meses más, según el abogado Weening. "Depende de lo rápido que trabaje la justicia española. Pero tiene que comparecer de nuevo ante el tribunal a finales de agosto". Las condiciones en las que Hub L. está detenido en España no son tan buenas comparadas con las de Holanda. Está encerrado en el Centro Penintenciario V de Madrid, en Soto del Real. Está a unos 30 kilómetros al norte de Madrid, la capital española. "Su celda es mucho más austera. La comida que le sirven no es buena".
