Moussa O., de 22 años, de La Haya, vuelve a ser sospechoso de estar implicado en el asesinato de Jack Koker.
Ante un informador de la policía, declaró en prisión que se peleó con Koker porque éste "quería algo con su novia". El viernes, el acusado tuvo la oportunidad de aportar más aclaraciones, pero se acogió a su derecho a guardar silencio en tres ocasiones.
Por ello, O. no será puesto en libertad por el momento, tal y como solicitó el viernes su abogada, Sjanneke de Crom, al tribunal de Maastricht. Se le considera sospechoso junto con D.H. (41). Anteriormente, O. sólo era sospechoso de robo con violencia.
Arma homicida
La investigación forense sobre la muerte de Koker, de 55 años, el 27 de mayo en su piso de la Koningsplein, se ampliará en los próximos meses. Aún quedan muchas preguntas abiertas, como si el cuchillo encontrado en el piso es el arma homicida y de quién son los rastros que quedan en el cuchillo. También se recreará la situación de la noche fatal para ver si las declaraciones de O. y del segundo sospechoso, D.H., son ciertas.
Liquidación de drogas
Sí se supo durante la vista proforma del viernes que O. estuvo en casa de Koker con su novia y H. para consumir cocaína. En un momento dado, hubo que pagar la droga a Koker y eso supuso un problema. H. salió primero con la tarjeta bancaria de O. para sacar dinero y cuando resultó que no había suficiente dinero en la cuenta, fue a sacar dinero con la tarjeta de la novia de O.. Ella tampoco tenía fondos suficientes. A continuación se produjo una refriega en la casa, según el fiscal David van Kuppeveld, cuando los tres intentaron salir de la casa.
Sobreviraje
O. y su novia llegaron a casa de la familia de O. en La Haya disgustados tras el asesinato de Koker. Su novia, que no es sospechosa, se marchó a Grecia. Si O. es puesto en libertad provisional, el tribunal teme que también se vaya a Grecia, donde vive su familia. La investigación continuará durante varios meses.