Una residente de Maastricht de 82 años que tuvo durante años una gran plantación de cannabis en su casa no tiene que ir a la cárcel, según el tribunal de apelación de Den Bosch. Esta sentencia es contraria a la del tribunal de Maastricht, que había decidido anteriormente que la anciana debería pasar seis meses entre rejas.
Su hijo se enfrenta a 20 meses de cárcel, ocho de ellos en libertad condicional.
El tribunal ha condenado ahora a la drogadicta de Limburgo a seis meses de libertad condicional debido a su avanzada edad y frágil estado de salud. Esta fue también la opinión de su abogado Serge Weening.
Además, su papel fue mucho menor que el de su hijo, que fue el iniciador del cultivo de cáñamo a muy gran escala. Madre e hijo gestionaron una considerable plantación de cáñamo en su casa de Maastricht de 2003 a 2010. Sin duda, la pareja facturó un millón de euros con las numerosas cosechas de cáñamo.