Es poco probable que el cadáver de la mujer china asesinada que apareció muerta en un campo de maíz en Nijswiller el pasado octubre sea trasladado a China. El ayuntamiento de Gulpen-Wittem no quiere pagar la operación y quiere evitar que se siente un precedente.
El Ejecutivo municipal informó de ello a la embajada china mediante una carta la semana pasada. Ésta había pedido al municipio que repatriara las cenizas del cadáver y corriera con los gastos, ya que la familia de la mujer asesinada en China no dispone de dinero para ello.
Según el portavoz municipal, a los presidentes de grupo de los partidos políticos de Gulpen-Wittem tampoco les gustó la propuesta. Anteriormente, aún se hablaba de una posible contribución de la población de Nijswiller a los gastos de repatriación. Éstos se estiman en unos 3.750 euros, incluyendo la exhumación y la incineración. El colegio lo planteó a la parroquia, pero ésta respondió negativamente. "No estamos a favor de ello", dijo el párroco Reijnen.