La fiscalía quiere que Willem V. (56) cumpla ocho años de cárcel por el asesinato de su hermano Wim en Kerkrade, en febrero de este año.
Willem V. fue juzgado el martes en Maastricht por la muerte de su hermano menor. Reconoció haber apuñalado a su hermano, pero dijo que no lo hizo a propósito. "Nunca lo quise así", dijo.
Escalada
El 9 de febrero, las cosas se torcieron entre los dos hermanos. En una caravana de la calle Sportstraat, Wim y Willem se pelearon. Según Willem, quería tomar su medicación y prepararse algo de comer cuando las cosas se recrudecieron entre los hermanos. Los dos se increparon y se profirieron amenazas.
La madre y el compañero de Wim intentaron calmar los ánimos. Willem corrió a la cocina, su hermano fue tras él y atacó a Willem. Éste se paró junto al fregadero de la cocina, tenía un cuchillo afilado en la mano y apuñaló con él a su hermano en la parte superior del cuerpo, cerca del corazón. En calzoncillos, Willem corrió a la caravana de su hermana y llamó él mismo al 112. Los servicios de emergencia encontraron a Wim, de 49 años, sangrando profusamente. Wim murió en el hospital poco después.
Miedo
Durante la vista, quedó claro que el acusado siempre había tenido un miedo atroz a su hermano. Durante 25 años, Willem tuvo que andar de puntillas por su hermano. Los interrogatorios policiales también revelaron que ambos no se llevaban bien desde hacía años, según la madre un animal incluso. Unas semanas antes del apuñalamiento mortal, Willem y Wim discutieron en un pub de Kerkrade. "Tenía las costillas rotas y un ojo morado, pero no le denuncié", dijo Willem.
Según el abogado, su cliente fue el saco de boxeo de su hermano durante años. "Mi cliente no sólo conocía el lado oscuro de su hermano, sino también el de su compañero. Wim era capaz de recurrir a la violencia física grave de la nada. Incluso en la cocina, podía esperar que Wim volviera a maltratarle y sabía que no podía ganar a su hermano".
Tormenta
El fiscal no consideró que esa fuera una razón para acabar con la vida de una persona y pidió al tribunal que considerara si existía algún tipo de defensa de emergencia. "Podría haber salido por la puerta de atrás. La forma en que reaccionó el acusado es inaceptable. Él mismo eligió coger ese cuchillo y estaba en posición de actuar de otra manera".
La última palabra la tuvo William V. "No soy un monstruo y nunca quise esto. Tampoco conscientemente. Es como si me enseñaran una película", dijo V. emocionado.
El veredicto se conocerá en quince días.
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