Amistad con JaJo hombres ilusión

En el segundo día de vista del juicio por fraude en la construcción, la justicia presentó ayer una fuerte petición de pena contra el ex funcionario provincial que - a expensas de la empresa constructora Janssen de Jong - reconstruyó su casa a lo grande.

En retrospectiva, sí en retrospectiva, Jan S. de Voerendaal se siente enfadado consigo mismo, admitió este miércoles por la mañana ante el juez en Den Bosch. Mientras detrás de él el ex director Rob A. de Janssen de Jong Infra y los ex directivos de JaJo Jordy R. y Mark J. se acogían a su derecho a guardar silencio, de la boca de S. salía una cascada de explicaciones sobre las pruebas que la justicia le está presentando: registros incriminatorios, declaraciones de testigos y grabaciones que demuestran que el ex funcionario de carreteras provinciales y su esposa Dagmar M. habían sido agasajados por unos 80.000 euros por la constructora JaJo.

No con viajes de caramelo, sino en forma de baby shower en el castillo Ter Worm de Heerlen y numerosas "lindezas" para la casa: nuevas contraventanas, un aire acondicionado de diseño, una buhardilla, persianas, etcétera. Y todo a costa de la empresa constructora, que a cambio vio en Jan S. un socio de la provincia. Dagmar era el punto de contacto para las renovaciones y la facturación a JaJo. Mientras tanto, S., sin que nadie se diera cuenta, se convirtió cada vez más en un cartel andante para JaJo dentro de la provincia.

Según la acusación, la empresa arrastró mucho trabajo a través de la información sensible que S. filtró. Incluso para trabajos que con toda probabilidad nunca se llevaron a cabo. A finales de 2008, por ejemplo, S. telefoneó a Mark J. para decirle "que aún quedaba un presupuesto de 20.000 euros". A ese presupuesto se le pidió un trabajo, una reparación de emergencia en la N281 sobre la que nunca se recibió ningún informe en la provincia en aquel momento. S. afirma que los 19.450 euros a la empresa constructora fueron un anticipo, un truco contable para financiar futuras reparaciones de emergencia. "Una práctica muy normal en las administraciones públicas", dijo el ex funcionario. JordyR., cuyo nombre aparecía en algunos sobres de las facturas que JaJo pagó por las reformas en casa de S., también tuvo un papel en el escándalo de los sobornos, según la justicia. Pero la fiscalía no pudo concretar ese papel.S. está conmocionado por la condena a un año de prisión incondicional que pende sobre su cabeza. Al igual que el funcionario de Spijkenisse sospechoso de soborno que debía comparecer en el juicio por corrupción el pasado lunes, el antiguo funcionario de la provincia parece echarlo todo por la táctica de la amistad. Los regalos que recibió ni siquiera eran verdaderos regalos, dice S. Según él, todas las renovaciones le fueron reembolsadas limpiamente, sin IVA. "Pero ése fue el beneficio de amistad que obtuve de R. y J., a quienes conozco bien del pasado. Que no haya recibos de eso es porque era dinero negro.Teníamos una buena cantidad en casa".

Cosas estúpidas que pudo haber hecho, como retirar dinero del ojo del fisco. "También me parece muy mal que la fiscalía haya sacado esto a la función pública y a la corrupción, mientras que mi vínculo con Jordy y Mark surgió de la amistad", dijo el a veces emocionado S. Para reforzar su historia, incluso había traído una foto de clase del pasado en la que aparecían él, Mark J. y Jordy R. Sorprendentemente, Mark J. describió a S. en sus interrogatorios puramente como una relación de negocios. Calificó a S. de eslabón en la adquisición de JaJo. El fiscal subrayó: "Si aparecen juntos en una foto, aún no son amigos".

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