Me duele que nos hayan procesado mientras que casos similares han sido desestimados". Así se quejó ayer Abdelhaquim K. ante el tribunal de Maastricht. K. es ex presidente de SIS Heerlen, la Fundación Islámica de Escuelas Primarias con sedes en Heerlen y Maastricht. K. y dos compañeros de la junta directiva escucharon sentencias de prisión o trabajos comunitarios contra ellos por su manipulación de las nóminas de las escuelas. Según los implicados, se trataba de una medida de emergencia para pagar el transporte de alumnos, que generaba pérdidas. "Lo hicimos todo al servicio de un objetivo superior, a saber, que los niños musulmanes también reciban una buena educación", dijo K.
Según el abogado Serge Weening, hubo una especie de "emergencia" para mantener la escuela a flote y, por tanto, los administradores no pueden ser castigados. La abogada Sabina Gómez Espinosa también sostiene que su cliente no merece castigo "porque no tenía salida". La fiscalía no se cree ninguno de los relatos y piensa que los directores se enriquecieron, incluso embolsándose grandes sumas de dinero en Marruecos. Aún así, la cuestión de si los directivos del SIS Heerlen fueron "víctimas" de la Justicia no es del todo incomprensible.
El Ministerio de Educación ha descubierto que el 85% de todos los consejos escolares islámicos de los Países Bajos trastearon con el dinero entre 2004 y 2008.Se han presentado cuatro denuncias al respecto, tres de ellas por el propio ministerio, entre ellas contra SIS Helmond, que incluía la escuela primaria islámica de Roermond, ahora disuelta. "Pero no se trata de arbitrariedad", dijo ayer el fiscal Bliek, de la Fiscalía Funcional: "No son casos similares". No se ha hecho pública la correspondencia que explica por qué no se ha procesado al consejo escolar de Roermond.
