GELEEN/MAASTRICHT - Los testigos de la paliza mortal a Fer Loontjens (47) han prestado un servicio a la sociedad al prestar declaración a pesar de su miedo.
Eso es lo que dijo ayer la fiscal Anneke Rogier en el tribunal de Maastricht, donde se juzgaba a los siete sospechosos de la agresión (el domingo de Carnaval en el café 't Vlaegelke' de Geleen). La fiscal pidió penas de prisión de hasta 10 años.
"Sin estos testigos, el enjuiciamiento no habría sido posible. Han soportado una carga desproporcionada porque han tenido que declarar una y otra vez". Muchos testigos dijeron que tenían miedo del grupo al que pertenecían los sospechosos y algunos dijeron que habían sido amenazados, dijo Rogier. "Sin embargo, han testificado. Merecen un elogio porque encontraron valor y fuerza para hacerlo".
Para cuatro de los sospechosos, el fiscal considera probado que cometieron "homicidio en asociación". Contra los principales sospechosos, Stephan P. (32) - que reconoce haber golpeado a la víctima con una muleta, pero dice que no la golpeó con ella - y Gennaro S. (32) - que supuestamente dio el primer golpe, lo que él niega - pide 10 años de cárcel para cada uno.
Rick D. (22), que admite haber golpeado y pateado varias veces, y Barry H. (26), que niega cualquier implicación, escucharon sendas demandas durante ocho años. El agitado H. prefirió quedarse en el complejo de celdas del tribunal a mitad de la acusación en su caso a permanecer en la sala. Paul S. (22) y Anthony P. (26), de los que no se pudo probar que aplicaran la violencia, pero tampoco se distanciaron de ella, según la acusación, Rogier exigió dos años por violencia abierta. Douglas C. (42) no puede ser considerado responsable de la conducta violenta del grupo: para él, el fiscal pidió la absolución.
La disputa del domingo de Carnaval surgió por una futilidad en las tragaperras. Loontjens fue llevado fuera, pero regresó en busca de desagravio. Estalló una explosión de violencia, de cuyas consecuencias murió Loontjens 13 días después. Aunque no está claro quién asestó el golpe o la patada fatal, lo cierto es que "esta interacción condujo a la muerte de Fer Loontjens", concluye Rogier.
Hoy, los siete abogados tienen la palabra.