Las penas más elevadas fueron para los cuatro hombres que presuntamente hicieron uso efectivo de la fuerza bruta. A Santino S. 21 le cayeron catorce años; a Jeffrey S. 24 doce años más tbs; a Emrys H. doce años y a Tommy V. 18 diez años más tbs.Sobre el papel de Lesly S. 26, la fiscalía llegó a una conclusión diferente: en Maastricht se le seguía considerando el líder de la banda, que se mantenía a distancia y dejaba que otros hicieran el trabajo sucio. Ayer, la fiscalía argumentó que su papel no era el más importante y pidió 10 años.
Maud de P 20 -una de las dos mujeres que actuaron como conductoras- debería ser absuelta, según la acusación, porque no ha quedado claro hasta qué punto sabía que los hombres pretendían llevarse el coche de alguien por la fuerza. La segunda conductora, Sarah H. 25 de Weert, debe recibir una pena de prisión suspendida y trabajos comunitarios. Johnny van V. 27, que vendió el coche de Collette por 2.500 euros, merece 30 meses, seis de ellos en suspenso, a ojos del abogado general. Para los abogados de los ocho sospechosos, las peticiones siguen siendo demasiado elevadas. El abogado T. Hiddema de Santino S. argumentó que el "síndrome del punto negro" se había apoderado de este caso, al igual que a principios de los años 90 con la banda de Venlo: "Se trataba de niños de la misma estatura, con historias similares de niños tontos, que siempre se echaban la culpa unos a otros: el síndrome del punto negro. Se trata de tipos desordenados, que no actuaron reflexivamente, sino en una situación ad hoc".
El tribunal se pronunciará el 1 de febrero.