El fiscal pide siete años de cárcel por lascivia contra el fundador de PuberEnZo

MAASTRICHT - Ayer se solicitó ante el tribunal de Maastricht una pena de siete años de prisión contra el fundador/propietario de la agencia privada de cuidado de niños PuberEnZo, con sede en Heerlen, de 42 años de edad, por, entre otros delitos, abuso sexual de dos menores confiados a su cuidado.
Durante el juicio se supo que el taxista de Heerlen Marcel T. había sido padre de acogida oficial durante casi 15 años. La Provisión para la Acogida, que colocó con él a 15 niños de acogida en Toetaal durante esos años, rompió los lazos con T. en 2005, tras los platos sobre el hombre de Heerlen "en el ámbito sexual", dijo el presidente del tribunal Theo Oostdijk.

Los servicios de acogida dudaban de la "motivación" del hombre para acoger a niños después de que publicara "llamadas sexuales" en Internet, según el tribunal.

"¿Así que cuando esa agencia dejó de proporcionarte niños, empezaste por tu cuenta?". preguntó Oostdijk, refiriéndose a la creación de PuberEnZo. No, dijo T., que reconoció que la agencia de acogida rompió con él porque había "ruido" tras las quejas sobre él en el plano sexual: "Eso fue un poco antes". PuberEnZo la fundó en 2004. A la pregunta de por qué se dedicó a cuidar niños problemáticos, respondió: "Porque quise. Siempre he estado relacionado con los niños". Sin embargo, nunca tuvo formación relevante en este campo, según declaró al tribunal.

Para el fiscal Van Kuppehoven, está probado que T. abusó de su cargo de asistente social en 2005 y 2006. También basó su petición de siete años en la violación de una joven de 18 años, la posesión de grandes cantidades de pornografía infantil y las amenazas con un arma de fuego. Aparte de la posesión de pornografía infantil y la posesión de armas de fuego, T. lo negó todo ante el tribunal.

Según la acusación, acarició y manoseó a dos clientes menores de edad (de 11 y 16 años) cuando sus padres le habían confiado su cuidado y vivían temporalmente con él. Ellas, desnudas dormían en la cama con él. T. tampoco las dejaba en paz cuando se duchaban. La mayor ha declarado: "En aquella época no tenía nada ni a nadie. Marcel era todo lo que tenía. No tenía adónde ir".

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con causas penales en curso

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