Hasta 12 años de prisión por asesinato con bota

MAASTRICHT - Rhonda K., de Schinveld, fue condenada ayer a 12 años de cárcel por complicidad en el asesinato de su ex novio Ger Douven. Se habían pedido 15 años contra ella.El hombre que confesó haber matado a tiros a Douven, el soldado profesional Harold R. de Heerlen, tiene que acudir a la clínica de observación judicial del Centro Pieter Baan (PBC) para ser examinado. El tribunal de Maastricht dictó una resolución interlocutoria en su caso porque, a pesar de un examen de sus facultades mentales realizado por un psiquiatra y un psicólogo, no había obtenido una "comprensión suficiente" de su personalidad. La fiscalía había pedido 18 años más tbs con tratamiento obligatorio contra R. por este llamado "asesinato de bota". Tres sospechosos recibieron penas de ocho, nueve y diez años de prisión.

El tribunal considera probado que los seis sospechosos (cuatro mujeres y dos hombres) contribuyeron al asesinato de Douven. Su cuerpo carbonizado fue encontrado en el maletero de un coche calcinado cerca de Puth-Schinnen el 12 de marzo de 2003. Al parecer, fue asesinado a tiros durante un permiso penitenciario, en el que cumplía una condena de tres años por tráfico de drogas. R. recibió 13.500 euros por el asesinato.

Según el tribunal, todos los sospechosos participaron en la planificación y conspiración del asesinato, que duró semanas, excepto Andrea van der K, de 24 años. Se le impusieron 360 días, 133 de ellos en suspenso, por lo que no tiene que volver a la cárcel, pues ya ha cumplido esta condena en prisión preventiva. Sin embargo, sí tiene que cumplir una condena de servicios a la comunidad y de aprendizaje. Según el tribunal, la comisaria Rhonda K., el ejecutor Harold R. y su novia Marie-José P., de Opgrimbie (Bélgica), son culpables de coautoría de asesinato. Los tres estuvieron presentes en el asesinato. P., que también proporcionó el arma homicida, fue condenada a diez años. Otros dos sospechosos, Tiny H. y su hijo Roy H., fueron condenados a ocho y nueve años respectivamente por incitación al asesinato. El tribunal dictaminó que Rhonda K. tenía principalmente un motivo económico para matar a Douven (él quería recuperar el dinero que ella tenía bajo su custodia) y la acusó de ello con severidad. La propia K. argumenta que fue oprimida violentamente por Douven durante 10 años y que no pudo abandonarle.

El consejero C. Kornivus de Harold R. expresó su satisfacción: había solicitado un contraperitaje por parte de expertos en comportamiento, porque, según él, los informes sobre R. disponibles en la actualidad son muy deficientes.

El abogado de Tiny H. S. Weening anunció inmediatamente una apelación. "Un año más de lo exigido. Sólo porque le preguntó a su hijo si no conocía a alguien que quisiera deshacerse de Douven. Eso es realmente inaceptable".

Los acusados en este caso están asistidos por:

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